Trabajo de campo con informantes ishír (chamacoco), El Potrerito, Paraguay, 1992. Continuación de relato "monexné" sobre el hombre que no tenía perros y su suegra, que lo envenenó con una garrapata

Continuación de relato "monexné" sobre el hombre que no tenía perros y su suegra, que lo envenenó con una garrapata (uno de los informantes relata en lengua ishír y otro va traduciendo a versión en español). El hombre y su sobrino, luego de seguir el rastro de unos perros asilvestrados que tenían sus crías ocultas en el monte, encontraron a los cachorros. El hombre entregó una hembrita a su sobrino y él se quedó con un machito y una hembra. Les hablaba diciéndoles que él era su padre, los sopló en la boca para hacerlos suyos y luego los llevó a su toldo. Cada mañana los cachorros amanecían muy crecidos, no parecían perros normales. Día por medio, el hombre y su sobrino los llevaban a mariscar con ellos y les enseñaban a rastrear las presas, por lo que se volvieron cazadores muy efectivos. Siempre llevaban mucha carne al campamento y sus vecinos se quejaban porque tío y sobrino compartían muy poco con ellos. Según el relato, los perros entendían todo lo que el hombre les decía. Un día, el hombre se llevó solo a la hembra y le pidió al macho que se quedara. En el monte, la perra encontró y atrajo a otro perro extraño y grande, que el hombre integró también a su grupo (a propósito del relato, el informante va ofreciendo información sobre la importancia de los perros en las prácticas de subsistencia ishír). A los pocos meses, la perra quedó embarazada del perro extraño y finalmente parió tres cachorros, que crecieron tan rápido como su madre