Tiestos Dispersos. Cinta Nº 13

Rex González lee una versión preliminar de los que serán los capítulos de su libro autobiográfico Tiestos Dispersos, publicado en el año 2000. Lado A: Continuación relato Nº 16: "Requiem para un rancho". En este relato cuenta cómo, a raíz de la muerte de su mujer Ana Montes cayó en un estado depresivo que lo llevó a vender por un precio irrisorio, una modesta estanzuela que poseía en el partido de Pergamino, la cual había servido como un refugio para ambos, así como su biblioteca de arqueología y antropología, la cual contaba con alrededor de 6000 volúmenes. Esta triste etapa de su vida cesa a partir de la propuesta de realizar la publicación de un libro sobre la cultura de La Aguada, que incluiría los dibujos de diseños realizados por su mujer. Inicio relato Nº 17: "…Pero haberlas, sí las hay….". Reflexiones epistemológicas. Limites de la realidad que nos rodea. Problema de cómo el hombre puede tomar distancia del mundo del que forma parte para explicarlo. Lado B: Continuación relato Nº 17: "…Pero haberlas, sí las hay…." ¿Puede el investigador mantener la objetividad? Rex refiere al caso de Carlos Castaneda. A través de su acercamiento a Don Juan Matus, un brujo yaqui, Castaneda cambia sus convicción sobre la objetivad científica y la realidad del mundo. La obra de Castaneda genera problemas epistemológicos dentro de las ciencias sociales. Cuál es el límite de la realidad externa? Existen otras realidades? Rex relaciona estas cuestiones epistemológicas con la anécdota de un hecho acaecido algunos años antes, durante la dictadura militar argentina iniciada en 1976. Un "viejo profesor" desplazado de su cargo por razones políticas fue "vengado" por unas ex-alumnas mediante la realización de un "gualicho" (brujería). Sorpresivamente, el sucesor en el cargo falleció al poco tiempo